Un llamado de atención, la corriente del Golfo frente al cambio climático

Ciudad de México, a 27 de julio de 2023.- El término punto de inflexión (tipping point) se escucha con mayor frecuencia dentro de los círculos académicos y profesionales relacionados al cambio climático. Este hace referencia a cambios irreversibles en subsistemas a gran escala que componen el sistema planetario. Algunos ejemplos de estos subsistemas son la selva amazónica, los arrecifes de coral, los casquetes glaciares Groenlandia y Antártica, o la circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés). La desestabilización que cruzar los puntos de inflexión pueden traer al sistema climático es amplificada por la interconexión de estos elementos que puede llevar a efectos dominó que se dan de manera no linear dificultando predicciones y acciones preventivas (Wunderlin, Donges, Kurths & Winkelmann; 2021).

Frente a este contexto, el reciente artículo de Peter y Susane Ditlevsen (2023) cobra una mayor relevancia respecto a su influencia en la definición de las agendas contra la crisis climática en todos los niveles de acción (local, nacional e internacional). El objetivo de su investigación es proveer claridad respecto al estado de la AMOC. Los modelos creados en la 5a fase del Proyecto de intercomparación de modelos de clima acoplados (CMIP5) utilizados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) estimaban una baja posibilidad que la AMOC colapsara antes del fin del siglo XXI. Sin embargo, la 6a fase del proyecto ha mostrado que puede existir mayor sensibilidad del subsistema a escenarios de calentamiento global. 

Estudios previos que han analizado las señales de alerta temprana no lo han hecho en un nivel de confianza estadístico suficiente para que las observaciones puedan ser determinadas como verdaderas señales de un colapso o el resultado de fluctuaciones naturales. Este trabajo más reciente establece un intervalo de tiempo entre 2025 y 2095, para que se llegue al punto de inflexión de la AMOC con un nivel de confianza del 95%. No obstante, la estimación central respecto a cuándo sucederá es 2050. Se advierte además que el colapso de este subsistema traerá fuertes consecuencias sociales producto de las disrupciones en la precipitación y los niveles del mar en todo el mundo. Esto hace urgente el acelerar las agendas para garantizar la reducción de emisiones.

Se retoma además la importancia de que ningún sistema opera en aislamiento y fenómenos como el derretimiento del casquete glaciar en Groenlandia ha aumentado la entrada de agua dulce que debilita a la AMOC, es decir tiene un efecto desestabilizador. No obstante, este debilitamiento llevaría a la reducción de las temperaturas que podrían estabilizar el casquete glaciar. Estas complejas relaciones se deben continuar estudiando para garantizar intervenciones efectivas.  

En un artículo para el periódico británico The Guardian, Peter Ditlevsen afirma que deberíamos estar preocupados frente a la magnitud del cambio que significaría el sobrepasar este punto de inflexión. Añade que un colapso de la AMCO no se ha visto en los últimos 12,000 años. 

Con información de: Earth System Dynamics, Nature Communications, The Guardian

 

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